La familia que nos encarga la reforma es la siguiente: la madre(50), el padre(55), Juan(16), Ana(14) y Andrés(10). Son de clase media acomodada y viven en este “chalet “en una de esas zonas maravillosas y alejadas. Marian, la madre, es restauradora y trabaja para el gobierno restaurando obras de arte. El padre, que se llama Juan Antonio, es arquitecto y trabaja en un estudio privado en el centro de la capital. Juan, el hijo mayor, tiene dieciséis años. Acaba de empezar el Bachillerato de Artes en una Escuela de Arte de la comunidad. Como tantos jóvenes de hoy día en España, sueña con hacer una carrera de Diseño que le permita vivir desahogadamente en el futuro. Ana, catorce años, está cursando el tercer año de Educación Secundaria y asiste a un centro de Secundaria que está muy cerca que el centro que su hermano Juan. Andrés, diez años, va al "cole" (colegio público de enseñanza primaria).
A las seis y media de la mañana suena el despertador. Los primeros en levantarse son Marian y Juan Antonio. Desayunan deprisa y corriendo, Juan Antonio se arregla y se marcha. Casi nunca ve a sus hijos antes de salir de casa. Va al estudio en coche, por lo que tiene que salir temprano debido al horrible tráfico que hay de entrada a la ciudad. Aunque sólo vive a quince kilómetros de la capital tarda casi tres cuartos de hora en llegar. Todos los días piensa que debe empezar a usar el transporte público o salir más temprano para evitar la hora punta.
Marian despierta a Juan y a Ana, que empiezan las clases a las ocho. Todas las mañanas discuten, sobre cualquier cosa: quién va a entrar antes en el cuarto de baño, si Juan le ha cogido a Ana el disco de Ricky Martin, si Ana ha leído la carta que Pilar le mandó a Juan, etc. Desayunan, informalmente, una taza de "Cola Cao" y unas galletas. Poco antes de las ocho salen de casa y van andando al instituto. Casi nunca van juntos, Ana suele salir algo antes que Juan.
Andrés es el que entra más tarde, sus clases no empiezan hasta las nueve y media y el autobús escolar le recoge a las nueve y diez. Marian le despierta a las ocho y media que es la hora a la que llega Isabel, la asistenta, que se ocupa del desayuno, ducha, vestimenta, etc. de Andrés. Su madre se va a la oficina. Su jornada laboral empieza a las nueve.
Los primeros en volver a casa son Juan y Ana. Las clases acaban a las dos y vuelven a la hora de comer. Andrés come en el colegio, y Marian y Juan Antonio en sus respectivos lugares de trabajo. A las nueve de la noche se sienta la familia a cenar. Las cenas son en general ligeras. Unas verduras o una sopa, pescado, huevos, fruta. Es el momento del día en que la familia se reune. Después de la cena casi siempre se enciende la televisión, aunque muchas veces durante la cena está encendida. Este es el día a día de la familia, pero los fines de semana, los padres tienen reuniones con sus amigos o con los clientes de Juan Antonio.
El estilo que les gusta es moderno, pero con un toque clásico, son tranquilos, funcionales, racionalistas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario